martes, 16 de abril de 2013

La "Santidad" de El Nacional

Trata con “suprema inocencia” -¡Otra vez!- El Nacional en su editorial de éste 11 de abril, (El atentado y el circo http://www.el-nacional.com/opinion/editorial/atentado-circo_19_171172882.html), de sustituir la realidad, en una fecha en la que al menos por experiencias pasadas -y frustrantes para ellos, durante una coyuntura similar hace 11 años-, deberían tratar de apegarse a las circunstancias actuales o al menos acercarse a la verdad.

Pretender hacer creer que el despliegue protagonizado por nuestro ejército en el marco del Plan República en estos momentos resulta innecesario debido a la madurez política alcanzada por el pueblo venezolano durante estos años de Proceso Revolucionario, es tratar de esconder los desaguisados planificados, ordenados y en algunos casos ejecutados por personas lamentablemente infectadas de odio y desprecio por la gente humilde de nuestra nación.

Si bien es categórico el progreso político que ha adquirido en estos últimos tiempos nuestra población, también es cierto que a lo largo de estos años innumerables y descabellados han sido los intentos orquestados -y afortunadamente frustrados- por lo más conspicuo de la dirigencia cuartorepublicana tratando de recuperar el poder que la mayoría de la ciudadanía les ha negado.

El rescate político del país que ellos ansían y pretenden lograr a como dé lugar, trae aparejado como trasfondo un interés económico. Quieren recuperar la ubre de la vaca sagrada, anhelan abrevar la bituminosa leche producida por PDVSA. Pretenden seguir siendo el condimento insustituible en cualquier guiso imaginado.

Los medios de comunicación tradicional encabezados por El Nacional actual no opinan, ¡juzgan! Tratan por todos los medios a su alcance de generar e imponer matrices de opinión adversas al gobierno y a toda racionalidad.

A mí particularmente no me gustan las armas pero, de ahí a pensar que es innecesaria la actuación del ejército en resguardo del proceso electoral y para generar confianza entre los votantes de un bando o del otro es como exagerado.

Tratar de desprestigiar a nuestras Fuerzas Armadas en este momento aventurando acusaciones de mentirosos: Cada vez que se acerca una elección presidencial los cuerpos de seguridad del Estado inventan un atentado, un magnicidio o un desembarco”…, de cobardes: Ya quisieran los dirigentes rojo rojitos tener la altura, la valentía o la experiencia en combate de los verdaderos enemigos del imperio”, de ineficientes: ¿Qué sería de los cuerpos de seguridad venezolanos si no existieran los paramilitares colombianos?”, de narcotraficantes: Mientras tanto, desde Venezuela despegan decenas de avionetas y zarpan yates rellenos de cocaína, pero no hay que tocarlos porque es un negocio de los jefes”y de cómplices: “De manera que tanto el Gobierno como la Fuerza Armada Bolivariana se hacen cómplices de una maniobra siniestra y perversa”… es sencillamente escupir para arriba.

En unas cuantas líneas vuelcan montañas de excremento sobre la institución armada, esa misma a la que se han cansado de susurrarle al oído tratando de soliviantarla en contra del gobierno constitucionalmente establecido.

Y en esos escasos párrafos también agreden al Poder Electoral con sentencias como esta: “que ellos organicen los comicios y salimos de esas señoras que, al final, todo lo enredan y con su actitud parcializada provocan estallidos de rabia y frustración entre los votantes. Jubilarlas no sería mala idea y solucionamos una parte importante del problema, como es la escasez de credibilidad”

Pero que pensar de quienes se expresan despectivamente de las habilidades de Nicolás Maduro cuando estuvo al frente de la cancillería: “Seis años al frente de la Casa Amarilla no es cualquier cosa. Sin embargo, dejó poca huella intelectual para la diplomacia mundial  y para los diplomáticos de futuras generaciones”“Maduro destruyó como institución la Cancillería que le correspondió conducir”“La diplomacia mundial tiene muy poco que recordar de la gestión de Maduro, a menos que no sea su fidelidad como eco de su jefe y caja de resonancia de la diplomacia cubana”… (“Los antecedentes” 05 de abril de 2013 http://www.el-nacional.com/opinion/editorial/antecedentes_19_166373362.html) pero que idolatran la figura de Margart Tacher funesto personaje que junto con Ronald Reagan marcó su paso por la política económica mundial, castigando al mundo obrero y favorenciendo a los señores del dinero. Adoran a “La Dama de hierro” quien fue un verdadero azote para el bienestar de la humanidad y especialmente para nuestros hermanos los argentinos, quienes durante aquella guerra absurda de Las Malvinas, sufrieron el hundimiento del Belgrano ordenado por esa señora saltándose las elementales reglas que rigen las aguas internacionales. Veneran a Mrs. Tacher quien se llevó para sí el despreciable honor de ser la protectora del criminal y genocida general Augusto Pinochet Ugarte.

Ante la ausencia de credibilidad que tienen en estos momentos los medios de comunicación venezolanos y entre ellos a la cabeza El Nacional, y siguiendo la manera de pensar de sus editorialistas deberíamos ir ideando a quien entregarle ese periódico a ver si levanta cabeza y vuelve por el derrotero de la imparcialidad.

Entre los dueños de los medios de comunicación y la dirigencia de la Mesa de la Unidad hay muchos “Dones” pero no por que posean alguna gracia especial o por qué cuenten con una particular habilidad para hacer algo o por el tino particular con el que afrontan alguna circunstancia, a los “Dones” a los que se hace referencia en el plural que los agrupa es a los Corleone que tratan de asaltar el poder, de atracar a medio mundo, esos “Dones” que colman las arcas de los paraísos fiscales, o como los señala el DRAE “Don bellaco, Don ladrón, Don necio.”


Este domingo tendremos nuevamente la oportunidad de cerrarles el paso, de vetarlos votando, esta es la gran batalla que en el nombre de nosotros mismos estamos obligados a librar.

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