viernes, 20 de febrero de 2009

La marcha de los Blackberry’s

Diez de la madrugada, el cuarto en penumbras, la cabeza oculta debajo de las frazadas que lo protegen de las ráfagas gélidas que salen del aire acondicionado. Una mano se mueve, se asoma por entre las sábanas al sonar insistentemente el celular:

- ¡Hola Juanis! ¿Ya estás listo para la marcha?

- ¿Quién habla, quién es?, ¿¡Qué hora es!?, ¿Qué marcha?

- ¡Porfis Juan, no te hagas, tú no estás en nada, despierta!

- Hola Mer… ¿De qué marcha me estás hablando?

- ¡De la nuestra Juanchis!, ¡Yon nos está convocando otra vez a marchar!, pero esta vez vamos a hacerlo con estilo. ¡Nada de andar sudando, pateando las calles, vestidas con el antifashion ese de la franelita de Pepe Ganga con la manito blanca timbrada!, ¡Qué va!. ¡Está vez será super, vamos a marchar, vamos a hacer una cadena… de llamadas, o sea, ves!

- ¿Qué llamadas, qué John, de quien me hablas?

- ¡No John, Yon!, ¡Yon Goicochea!, ¡¿Ok?!. Él, en vista de los resultados tan favorables que obtuvimos esta vez en las elecciones, y para rendir el dinero del Milton Friedman Award, nos está convocando a activarnos.

- ¡Pero Mercy… de que resultados me hablas, si perdimos!

- Eso es lo que nos quiere hacer pensar este Régimen, pero en realidad triunfamos, salimos fortalecidos, ¿no has escuchado las declaraciones de Luís Ignacio Planas, o las de Andrés Velásquez?, ¡Ellos si están claros, esta vez ganamos!.

- Bueno ehhhh….

- Si baby, te cuento que hemos aumentado nuestra votación y con la ayuda de Teo… Teodoro Petkoff of course, hemos atraído a un gran número de intelectuales que, obnubilados por lo exótico del verbo izquierdozo del bicho ese, militaban con el proceso. Pero con el temor que les infunde la lengua mordaz de Teodoro, el miedo a no ser invitados nunca más a un programa de opinión y el terror a que no los reconozcan como personas inteligentes, decidieron cambiarse a nosotros, y esos son votos de calidad.

- Mira Mer, un voto es un voto…

- ¿Estás loco?, ¡Pareces chavista nené!, ¡Claro que no es lo mismo!, así parezca que somos iguales, en realidad no lo somos: ¿Tú me has visto a mí comprando en el mercado del Cementerio?, ¿Tú los has visto a ellos rumbeando en Kami beach?, ¿Tú me has visto a mí viajando en ferry para Margarita?, ¿Tú los has visto a ellos en Maiquetía abordando vuelo por el Terminal Internacional?, ¿ves que no es lo mismo?, ¿Fue que te lavaron el cerebro baby?. ¡Para eso es para lo que sirve el dichoso satélite!. Alguna información codificada le deben estar metiendo a las personas en el cerebro y por eso es que hay tanto bicho marginal votando todavía a favor de esta Dictadura.

- Oye sólo te dije que…

- Bien, ya que estás despierto te cuento que es una idea supergenial, ¡te vas a morir!. Resulta que esta vez, para diferenciarnos de las hordas chavistas, vamos a usar para la convocatoria… ¡muérete!, ¡Nuestros celulares, que fino!
Pero no vayas a creer que eso va a ser con cualquier móvil chino ensamblado en Venezuela, no. ¡Vamos a emplear para esta actividad nuestros Blackberry’s!. Lo siento por los monitos que se unieron a nuestra causa y que cargan esos asquerosos Kuawei, pero ellos tienen que entender. ¡Esto es por nuestra patria!

- Ok, dime como va a ser eso… comienza a sonarme interesante.

- ¡Sí vale! ¿estás sorprendido no?, eso es por efecto de la depre postelectoral, pero como te dije ¡Ganamos! y tranquis que eso se te pasa fast en lo que escuches lo que Yon nos tiene que decir.

- Ok, ¿Y como voy hacer para empatarme en esa?

- Es superfácil, busca tu Blackberry, te vas a la pantalla de inicio, abres la lista de aplicaciones. Redactas en SMS… eso si, tienes que tener el BlackBerry Application Storefront instalado o si no el Blackberry Web Signals porque si no perdóname amiguis pero, ¡No te vistas que no vas!

- Si va, ya entendí, pero no me ubico…

- ¡Hay flaco, eso es muy fácil!, como te decía, si tienes servicio Wi-Fi, ubícate en el facefrot que es muy amigable, buscas el botoncito a la izquierda -¡Guácala!- de la rueda de desplazamiento, el que tiene los siete puntitos… ¡Hay que cuchi… siete estrellitas como nuestra bandera!. ¡Huy que rabia, no nos disgreguemos, que ya esto parece un discurso del Mico Mandante!. Si estás acompañado, cosa que te recomiendo, busca en el listado de aplicaciones el ícono de la cornetica y se prepara el grupo para escuchar el mensaje de Yon y tal vez también hable Sbolanski.

- Pero así es muy aburrido Mercy, ¿Qué vamos a hacer mientras ellos hablan?, ¿No vamos a incendiar palmeras?, ¿No vamos a quemar cauchos?, ¿No vamos a tirar piedras y bombas Molotov pacíficamente?, ¿No le vamos a echar candela a las faldas del Ávila? Mira que la última vez le hicimos una minifalda ja ja ja…

- ¡Qué básico eres Juan!, ¿Eso me revienta de tí sabes?,. lo que quiero que entiendas es que con los numeritos tan prometedores que obtuvimos, no tenemos por que calarnos más a este gobierno despótico y mucho menos a sus segundones que no sobrevivirían un día fuera del ala protectora de Chávez.

- Pero Mer… sabes que en las calles ahora corremos peligro. Con esos tipos todo raros de Ávila TV no tenemos vida. A cada rato nos caen por donde andamos y se ponen a preguntarnos cosas de ideología o algo así y a mi me parece Mer que como que estamos quedando en ridículo con las cosas que contestamos.
Ellos se burlan de nosotros en nuestras narices, hacen tomas en donde nos vemos tal y como somos…. muy poquitos, no como los de Globovisión, en donde si pareciera que estábamos bastantes.

- Bueno flaco, ¡Has lo que te dé la gana!, pero eso si, no pretendas que después de esto te aceptemos como parte del grupo ¿Ok?...

- Oye discúlpame si….

- No Juanchis, así no son las cosas. Mucho nos hemos esforzado por mantener una patria con gente hecha a nuestra imagen y semejanza para que ahora tú te rajes.
Anda, quédate con tus negritas, tus empanadas, tus cervezas y tu salsa…

- Pero flaca…

- ¡Nada Juan, dime si nos vas a acompañar o no!. ¡Me haces el favor, enciende tu Blackberry, conecta tu Bluetoot, accedes a una red Wi-Fi, emplea tu Users Tools, pulsas la tecla Intro, configuras el Explorador Outlook, te pegas al Navi2Go y te unes a nuestra marcha virtual por que si no olvídate de mí!, ¡No te me vuelvas a acercar cuando estemos en la Feria de la Comida de la Católica y mucho menos me dirijas la palabra cuando estemos reunidos pintándonos banderitas en las mejillas delante del Centro de Estudiantes!.

- Pero mi flaca… ¿Aló?, ¿Aló?, ¡Aló!... Huy qué raya, la flaca como que me rebotó no jo… y eso que ni sospecha que yo no le se decir que No a nadie…

domingo, 8 de febrero de 2009

FRENESí

Todavía recordamos cuando usted Señor Presidente, lanzó su cursi "Mensaje de amor para el pueblo de mi Venezuela", ¡Como gritamos!, ¡Como nos hizo rabiar! En verdad logró desesperarnos y desató toda nuestra furia mediática.

Fue debido a esa desagradable experiencia que, decidimos como los representantes más conspicuos del pueblo venezolano que, fundaríamos para defender la integridad de Patria, amenazada por el populismo y la ordinariez que usted encarna, el Frente Reaccionario de Energúmenos Negados por Entero al Sí, por sus siglas en español: FRENESí.

Con la demagogia que lo caracteriza Señor Presidente, usted ha puesto a estudiar a todo el mundo llevando los niveles de analfabetismo casi a cero es cierto pero, nos ha dejado a nosotros sin servidumbre, lo que nuestros circunstanciales aliados de la clase media mencionan de manera genérica y despectiva como: “Cachifas”. Por favor ¡Frene, sí!

Si usted, Señor Presidente, no hubiese puesto en práctica esa ridiculez sobre ruedas denominado Plan Venezuela Móvil, todos esos recién empleados a los que la bonanza petrolera -con su ayuda “mesma”- está tocando, andarían como lo manda Nuestro Señor en camioneticas, busetas o en metro, y nosotros, no tendríamos por qué aguantarnos semejantes embotellamientos. ¡Jamás óigalo bien, jamás hubiésemos tenido que entrenar al insulso del Henrique Capriles Radonski para que presionara con el tal Plan Pico y Placa!. ¡Por Díos, Frene! ¿Sí?

El haberle colocado cerca de sus casas a los pobres los servicios médicos de primer nivel, es otra de las muestras de su igualitarismo que, Señor Presidente, nos resultan francamente inaceptables. ¡Habrase visto!.¿Cómo cree usted que, nuestros hijos después de haber estudiado tanto, con sus batas impecables, blanquísimas, se van a ir a dormir a esos nidos de delincuentes?. Y ese nombrecito: ¡Barrio Adentro!, ¡Que marginal, Díos!. ¿Por qué no acepta nuestras sugerencias para reactivar la economía y deja de perder dinero en esas tonterías pseudorevolucionarias? Permítales a los pobres seguir con sus vidas felices y despreocupadas, sin medicinas costosas que, probablemente les den reacción. Ellos con sus ramas y sus santos se curan de todo mal que les aqueje. ¡Por Jesucristo, deje de ser intenso y frene, sí!

¡Por supuesto que los estudiantes andan alborotados!, pero todo es su culpa Señor Presidente. Si todos pudieran estudiar, muchísimos venezolanos por deseo propio, se prepararían para la vida, abrirían los ojos y se independizarían de nosotros. Entonces ¿Quiénes nos trabajarían a cambio de salarios miserables? ¿Quiénes manejarán nuestros carros último modelo, quiénes bañarán nuestras mascotas, quiénes labrarán nuestras tierras?, ¿Quiénes nos envidiarían? La rebelión de nuestros hijos no responde a un plan golpista en su contra Señor Presidente, es una cuestión de Supervivencia de Clase. Si usted se sometiera a nuestros designios, si usted aceptara firmar con nosotros una especie de Pacto en el espíritu de Punto Fijo, no tendríamos ningún problema en aprobar su cacareada enmienda. A nosotros no nos importa realmente quien esté sentado en Miraflores; si es inteligente o bruto, si es socialcristiano o socialdemócrata, si es derechista o izquierdista, si es fascista o revolucionario, lo que deseamos es un hombre, llámese usted o cualquier otro que, como los presidentes anteriores, se entretenga con las cuestiones políticas, las giras y los discursos, mientras nosotros nos ocupamos de lo realmente serio, de seguir acumulando capital y fortaleciendo el verdadero poder. ¡El poder del Dinero, en un verdadero frenesí!

¿Para qué insiste usted, Señor Presidente, en proporcionarles alimentación barata, balanceada, de buena calidad y completamente accesible a las clases populares?, ¿No ve que con su iniciativa arruina uno de los mecanismos de explotación más elaborados y sólidos con los que contamos? Nosotros desde antes de la Cuarta República, hemos controlado la importación y la cadena de distribución de alimentos. Dominamos el mercado interno, dictamos las pautas de consumo y regulamos los precios. Si usted se mete con eso, nos golpea el corazón y no pretenderá entonces que, lo dejemos maniobrar en ese sentido. Si la gente come bien, no se enferma. Olvídese entonces de Mercal, cancele los PDVAL, omita esa consigna edulcorada con ritmo de bolero de: ¡Es más que amor Frenesí!

Si la gente ya no se enferma o se enferma menos, y usted Señor Presidente, insiste en seguir construyendo e inaugurando CDI’s y CRI’s, el daño que nos inflinge con su “visionario” plan, afecta a nuestros intereses y a nuestros hijos, entenderá entonces nuestra reticencia a sus propósitos. ¿Que vamos a hacer para recuperar las cuantiosas inversiones que hemos hecho en clínicas y centros diagnósticos si los pobres no los visitan? ¿Qué van a hacer nuestros hijos médicos -que estudiaron gratuitamente en las Universidades Públicas subsidiados por el Estado, que regresaron cargados de postgrados obtenidos en el exterior, gracias a la posibilidad de usar a sus anchas las becas Gran Mariscal de Ayacucho-, para ganarse su sustento?. ¡Esto es un frenesí!

Darle tierras a la gente para que las trabaje es un sueño señor. Si se hicieran productivos todos nuestros eriales, se elevaría la producción, y esto haría caer los precios de los alimentos y de la materia prima, y eso Señor Presidente es inadmisible. Venezuela es el Paraíso que, hemos construido nosotros mismos, en donde las reglas del mercado no funcionan como se esperaría. No estamos dispuestos a permitir que por un Sí, usted permanezca más allá de este periodo y nos arruine la existencia cómoda que llevamos hasta ahora. Abandone su frenesí, ¿sí?

Ya usted Señor Presidente, debe haber notado en la lectura, lo religiosos que somos. Amigos íntimos de nuestros vicarios, les hemos consultado acerca de la interpretación que usted pretende darle a la doctrina de Díos y ni Baltasar, ni Urosita ni Licker han sabido decirnos ¿Cómo es eso de darle la mayor suma de felicidad posible al pueblo? ¿No ve usted, Señor Presidente, el placer innato que tienen los pobres con el sufrimiento? Su gusto por las telenovelas, el goce que experimentan viendo ¿Cuál es la solución?, con cuanta fruición disfrutan del programa de Cristina Saralegui. ¿No nota Señor Presidente el deleite que sienten estos humildes seres, al verse retratados todas las noches, a mediodía, acada rato, en la historia de la mucama que es violada por el señorito de la casa, despreciada por la suegra, encerrada en un manicomio y a quien le es arrebatado su hijo recién nacido, para luego aceptarla a medias en el seno de la familia rica con el único propósito de hacerle la vida de cuadritos? Si las cosas no fueran así –cosa que usted pretende-, ¿De qué vivirían nuestros aliados los intelectuales? ¿Qué va a ser de la vida de Leo Padrón o del gordito César Miguel?, ¿Qué va a pasar con sus bodrios? ¿De qué van a vivir nuestros amigos -Amos del Valle como nosotros-, que ostentan los principales medios de comunicación del país? ¿A quiénes les van a administrar nuestros canales de televisión su dosis diaria de circo, obviamente rociada de múltiples propagandas que, “orienten” el consumo y les digan con qué, cómo y dónde comerse el pan? ¡Sin pobres no se puede vivir! Señor Presidente, contrólese, ¿Frene, si?

Tendrá que vivir los próximos años Señor Presidente, entre cobras, cascabeles y mambas negras, por qué como usted en su delirio imagina, no sólo conspiraremos internamente. Haremos todas las alianzas necesarias con los gobiernos extranjeros que hasta ahora, han subsidiado nuestras actividades subversivas a cambio de su participación en el frenesí posgolpista.

No lo salvaran sus hordas de desarrapados, no le protegerán sus acuerdos con otras naciones. De nada habrán valido la construcción del Cardiológico Infantil o el Metrocable. ¡De que lo sacamos lo sacamos! ¡Por las buenas o por las malas!

Esos ranchos que brotan de los cerros entre la bruma y el polvo, esos rostros macilentos que nimban la orografía de nuestras ciudades, esa sucesión afantasmada de puestos de buhoneros y tarantines de vendedores ambulantes, esa amalgama de desesperanza e ilusión; esos que todavía viven anhelantes de un mañana prospero pospuesto hasta después de ganarse un billete de lotería, se encargarán de hacer el trabajo. Ya nuestro aparato propagandístico los ha inoculado.

Ese murmullo constante acerca de la corrupción de los funcionarios de Estado, ese refunfuñar de los pobres que todavía no han sido atendidos por las instancias y los planes del gobierno, serán la tierra fértil en donde esparciremos la semilla del descontento y a los que agitaremos hasta que su supervivencia se convierta en frenesí ji ji.

Señor Presidente usted tiene los días contados, por eso estamos contentos y proclamamos la victoria del
¡FRENESí, FRENESí, FRENESí!